TÉCNICA OJO POR VEZ®

Solvey & Solvey, Terapias de Avanzada, Argentina, 2007.



 El método “Un Ojo Por Vez”, desarrollado en 2000 por los canadienses Autrey Cook, PhD. y Richard Bradshaw, Phd., consiste en observar el problema a resolver con un solo ojo alternadamente (se tapa el otro), activando también los hemisferios cerebrales por separado. Se pueden buscar dos cosas:


Superar el shock para desensibilizar el trauma



1.- El “shock” o incredulidad acerca de lo ocurrido, habitual en situaciones altamente traumáticas. Su resolución es la única manera de poner en marcha la desensibilización del trauma. A menudo se observa que con uno de los hemisferios la persona “cree” lo que le ha pasado, pero con el otro “no lo puede creer”. Es decir, lo sabe con el cerebro pero lo niega el corazón. Su discurso está plagado de “no lo puedo creer”, “¡es imposible!”, “me voy a despertar y todo habrá sido un sueño”, etc.

El Tiempo no importa si no superamos el Estrés Agudo o el Sock.

Mientras esta incredulidad persista, no importa cuanto tiempo haya pasado desde el hecho, es imposible la elaboración y la integración en la vida del sujeto de las consecuencias de la situación. Es como si no existiera el tiempo. Resolviendo la incredulidad, en poco tiempo de trabajo se logran resolver situaciones que podrían llevar años congeladas y perturbando.

Un cerebro traumatizado es un cerebro entumecido, desligado de la realidad

El cerebro en estado de estrés libera hormonas a través del torrente sanguíneo. Estos químicos constriñen los capilares exteriores del sistema vascular, centrando el abastecimiento de sangre en el área del pecho y en los músculos largos del cuerpo, que están involucrados en la lucha-huida. Este mismo proceso se da en el cerebro. Los capilares exteriores se constriñen, centrando el abastecimiento de sangre en las áreas que tienen que ver con la supervivencia. La sensación de “entumecimiento” que aparece cuando el sujeto está en estado de “shock” o estrés significa que el cerebro se ha “desensibilizado” a sí mismo para prepararse para la supervivencia.

Con este desequilibrio viene la incapacidad de pensar claramente. Se desactiva el cerebro anterior, corteza pre-frontal (área creativa, que permite nuevos aprendizajes) y se activa el cerebro posterior (occipital) que toma el mando.

A través del Ojo accedemos a la Corteza Visual

2.- El otro hallazgo es el de la presencia de ciertos puntos en el campo visual, llamados “nudos”, que aparecen al hacer recorrer con la mirada de un ojo por vez y lentamente todo el campo visual mientras la persona piensa en el hecho. En estos nudos se concentran curiosamente las emociones más disfuncionales, que aparecen ligadas a emociones físicas, como mareos, nauseas y ansiedad. Una vez disueltos estos “nudos”, con una técnica apropiada, el problema comienza a ser procesado y a desaparecer, o se reduce a su mínima expresión.